Yauci Manuel Fernández
Páginas: 176
2º Saga Crónicas de un escritor Mindundi
Tras 15.000 ejemplares vendidos entre todos sus títulos y más de una década de profesión, ya no se puede considerar a Yauci Manuel Fernández un autor novel, pero eso no es suficiente para evitar las desventuras de un escritor mindundi, aunque hayan mejorado un pelín.
Este libro consiguió sacarme de un parón lector ENORME y creo que con eso ya todo está dicho y casi que puedo acabar la reseña. Un libro que consigue atraparte cuando has perdido el ritmo y la constancia que se necesita para termínalo, es un libro que vale la pena.
Esta es la segunda parte de la saga Crónicas de un escritor Mindundi, pero tengo que decir que no he leído la primera y aún así puedes disfrutar igualmente de este libro, solo te aviso que desde que lo termines vas a ir a por el primero. En este libro Yauci continua contando su anécdotas durante las firmas que va realizando, van desde donde se aloja a comentarios que recibe en las firmas o curiosidades de las librerías. Aquí se mezclan los ¡ay pobrecito! y las risas, y es que tiene como un imán, un don, un algo que le pasan cosas... curiosas.
Pero claro para que le pasen tantas cosas no solo vale con atraer las curiosidades, es que es un reflejo de lo currante que es, y es que le pone un empeño, una entrega y un amor a su trabajo, que hace que no pare quieto y por ello al ir a tantos lugares hace que le pasen tantas cosas, bueno y ese algo para atraerlas si que debe tener, pero oye mira, no puede decir que no tenga anécdotas para contar y recordar, y al final estas cosas son las que se quedan y la idea de plasmarlas en un libro me parece maravillosa y algo que todos deberíamos hacer, no digo publicar un libro, pero si escribirlas y guárdalas como un tesoro.
También me ha encantado ver la otra cara de las firmas, por que sí, siempre que voy a la Feria del libro, él está ahí, pero no vemos todo lo que hay detrás, como funcionan las cosas en las librerías, donde se quedan, lo agotador que tiene que ser, conocer esta parte me ha gustado mucho.
No quiero decir mucho más porque como siempre lo bueno es que lo descubras leyendo no aquí pero sí te diré lo que sentí al leerlo: Me lo pasé super bien, es como si estuvieras tomando tu bebida favorita mientras tu amigo te cuenta sus anécdotas, mientras te ríes, pero con buen rollo y al terminar ese ratito te vas a casa con una sonrisa.
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